lunes, 12 de agosto de 2013

Las películas de mi vida: "Pequeña Miss Sunshine" de Jonathan Dayton y Valerie Faris.



Como ya escribí en el primer post de esta sección, cada película tiene su historia. En este caso, no iba a ser menos.
Me remonto al año 2007, 25 de febrero. Era la madrugada del 26 y en esa noche, vi por primera vez en mi vida una gala de entrega de los Oscar en directo
(las 2 ediciones anteriores las tuve que ver por la mañana o por la tarde porque o bien tenía colegio al día siguiente, o bien porque era demasiado pequeño como para quedarme solo viendo en la tele a unas horas tan tardías). Ese año era diferente. Al día siguiente si que es verdad que tenía colegio, pero era uno de esos días que no se hacia nada y era festividad, así que tenía el permiso de mis padres de quedarme toda la noche pendiente del televisor.

Al igual que mucha gente, yo era (y soy) de los que  hacen quinielas sobre quién cree que puede ganar y después a medida que va transcurriendo la velada, mide el número de aciertos. En 2007, aposté que quien iba a ganar el Oscar a la mejor película era "Pequeña Miss Sunshine". Tiré de demasiada subjetividad, lo admito, pero es que estaba muy convencido de que era la vencedora moral de esa edición. 

Fue en enero de ese mismo año cuando fui a ver este film por primera vez, en unos cines que estaban en las afueras de mi ciudad (para quien no lo sepa, Sevilla), y que desgraciadamente ya han cerrado.

Cuando salí de la sala, estaba maravillado de lo que había visto.

Para quién no sepa de que va este largometraje, se lo resumiré en unas pocas frases. Trata de una familia norteamericana de clase media que decide acudir a California para presentar a la menor de todos a un concurso de belleza infantil, ya que es el mayor sueño de ella. En una furgoneta y a lo largo de 2 días, nos cuentan las peripecias de la misma para llegar a tiempo a dicho certamen. 

El planteamiento es muy simple, pensaréis algunos. Pero la calidad con la que es ejecutada el debut de los realizadores Dayton y Faris es admirable y elogiable. Con "Pequeña Miss Sunshine" se demuestra que no hace falta un gran presupuesto para llevar a cabo un gran proyecto (costó 8 millones de dólares, barato para  ser de Hollywood). Simplemente con un buen elenco de actores, una buena dirección y un gran guión se puede lograr una cinta impresionante. 

El guión de Michael Arndt es fascinante. Esa forma de mezclar el drama y la comedia, y esa caracterización tan lograda de los personajes es perfecta. Un abuelo adicto a la heroína, un padre de familia obsesionado con el éxito y el fracaso, un hijo que odia a todo el mundo, una hija que sueña con ser miss América, una madre al borde del divorcio y un tío gay suicida son los protagonistas de esta variopinta historia, que a pesar de que podían haberles hecho caer en el histrionismo coletivo (a lo Diane Keaton), no lo hacen para nada, resultando cada uno de ellos entrañables y teniendo la suerte de poder destacar en distintas escenas a lo largo del metraje.

Sin duda alguna, esta es una película de actores. Todos ellos están espléndidos en sus respectivos papeles. Alan Arkin (el abuelo) despierta gracias a su actuación mucha humanidad sin obviar la mala leche en su personaje (ese momento en el que entra por la puerta, y lo primero que dice: No me lo creo, otra vez el p*** pollo de los coj**** es tronchante a más no poder), al igual que Steve Carrell que con un humor un poco cruel también se sabe ganar al espectador.
La pequeña Abigail Breslin despierta mucha ternura (momento camerino intentándose parecerse al resto de las niñas metiendo barriga) y Toni Colette está estupenda (tanto, que me hubiese gustado verla nominada en los Oscar en Actriz Secundaria junto a su compañera de reparto). El personaje que más avanza a lo largo de la película es el de Greg Kinnear, y su interpretación ayuda  a entender ese cambio paulatino. Pasa a ser un padre egocéntrico y creído, que tras el fracaso de su proyecto, decide luchar por el éxito y el honor de su hija y familia. No me puedo olvidar de ese Paul Dano que no habla por una promesa que se hizo y que expresa todo con un rotulador y una libreta.

En "Pequeña Miss Sunshine" se trata un tema de manera constante y efectiva. La idea de los "ganadores y perdedores" es sin duda el conflicto personal de la mayoría de los personajes. Lo es hasta tal punto que la pobre niña Olive se desmorona ante su abuelo porque tiene miedo a ser una perdedora y que dejen de quererla por ello. Al igual que ella, toda su familia tiene sueños y quieren cumplirlos sea como sea (al igual que todos nosotros).

Si que es verdad que en muchas ocasiones se piensa en tirar la toalla porque los resultados obtenidos no eran los esperados y las personas tendemos hacia actitudes muy negativas. Pero al igual que sucede con la familia Hoover, hay que levantar cabeza y luchar por lo que quieres conseguir a lo largo de tu vida.
La unión hace la fuerza, y este mensaje tan positivo y agradable es el que nos muestra esta hermosa pequeña película.
Es de esos films que ves miles de veces, y siempre encuentras detalles que te vuelven a enamorar como en el primer día.

Por estas razones, no solo la puse en mi predicción como dije al principio de la entrada. Ahora la considero como una de las "películas de mi vida" y con muchísimo orgullo de que esté en esta lista.

Por su optimismo, actuaciones, calidad y por ser una de las mejores películas que se estrenaron en el 2006, "Pequeña Miss Sunshine" no se coronó como la reina de Hollywood el 25 de febrero de 2007, pero si que lo hizo conmigo y a día de hoy se encuentra en un hueco muy importante de mi corazón cinéfilo.

Antes de terminar, os recomiendo que escuchéis el siguiente vídeo de uno de los temas de la banda sonora de la película. Estoy convencido de que os gustará.



La pista que os doy de la siguiente película sobre la que escribiré es un poco más complicada que de costumbre. Deciros que el vestido que lleva la protagonista fue considerado en el 2008 como uno de los mejores diseños de la historia del cine. Ahí lo dejo...


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